CON LA CRUZ A VUELTAS.

Vecino. Opinion.

CON LA CRUZ A VUELTAS.

Pasa el tiempo y el Ayuntamiento de Villafranca (o, más bien, Siempre Villafranca, que es quien gobierna en exclusiva) continúa sin trasladar a otro enclave la Cruz de Caravaca que instaló en el paseo del Marqués de Vadillo. Sabe perfectamente que el tiempo hace que lo que un día fuera noticia y objeto de controversia vaya perdiendo eco y se sustituya por otro asunto, o por ninguno, y a eso se aplica En el último pleno municipal, a una interpelación de la oposición, responde que “ahora que se ha pintado, queda perfectamente integrada y hay gente que me dice que ahora le gusta mucho”. Por si acaso, se cubre las espadas añadiendo que hay otro posible emplazamiento en la trasera de casa Bobadilla, pero que es inviable actualmente por las obras en el inmueble. Pues bien, ¿perfectamente integrada?, ¿AHORA y no antes gusta mucho? ¿En otro lugar sí, pero no? Señora alcaldesa, perfectamente integrados quedan los componentes de una receta culinaria donde cada cual, renunciando a su protagonismo, aporta su toque al conjunto. No es así con la cruz, que impone su presencia a costa de lo importante, que es el edificio parroquial. En cuando a que a algunos ahora les gusta mucho (¿ahora sí tendremos en cuenta la opinión vecinal?), podrá ser, pero le aseguramos que sigue siendo legión el número de personas, de Villafranca y visitantes, muchos con formación histórica, artística y arquitectónica, que está en total desacuerdo con la instalación de la cruz en ese lugar. Y para ir terminando, no consideramos adecuado su posible traslado a la trasera de casa Bobadilla, por las mismas razones. Por otra parte, siendo casa Bobadilla sede y taller de prácticas de la actividad de la Fundación Laboral de la Construcción, su actual inviabilidad se hará endémica, por lo cual ponemos en tela de juicio la afirmación de que se esté considerando esa posibilidad. En resumen, seguimos levantando la voz por la retirada de la cruz y contra su instalación en cualquier lugar donde afecte al patrimonio arquitectónico de Villafranca. ¡No al terrorismo cultural!