¿(IN)SOLVENCIA MUNICIPAL I?
Vecino. Opinion.

El pasado 2 de mayo, Diario de Navarra publicó una noticia que no pudo sino preocuparnos.
Según ella, Villafranca, no sólo era la creme de la creme organizando fiestas y celebraciones gastronómico festivo culturales, sino que, ¡ay mi madre!, es una de las localidades con una mayor deuda viva de nuestra comunidad, entre 1'5 y 3 millones de euros (el informe no lo especifica). Es decir, créditos que debemos a los bancos. No piensen mal. Para nada estamos pensando que esto se debe a que nuestro ayuntamiento es un manirroto. No lo es. Solo intuimos que tiene especial inclinación a gastar como un descosido en cuanto oye la palabra fiesta, vacas y agendas culturales.
Cierto es que se trata de un dato a fecha de diciembre de 2022, pero teniendo en cuenta la capacidad, o más bien dificultad, recaudatoria de nuestro municipio mucho nos tememos que no se haya reducido sustancialmente.
Si lo ha hecho, disculpen las molestias.
Mientras tanto, asistimos a un frenesí de fiestas y fiestecillas a cargo del presupuesto municipal (unas tradicionales, otras de nuevo cuño, anda que lo del paseo en poni qué fuerte¡ ¿no? ¿Ya no quedan burros en Villafranca? Y no hubiera estado mejor haber hecho el paseo con burros autóctonos y como homenaje a los asnos que fueron y ya no están)
¿Qué le pasa al ayuntamiento? ¿Acaso está instalado en un nuevo Renacimiento y sólo le preocupa el Carpe Diem, por no decir, el carpe fiesta, el carpe vacas, el carpe vino, el carpe verdura, el carpe hostias en vinagre? Ayuntamiento de Villafranca: que Villafranca aún tiene por delante un mañana y no se puede hipotecar el futuro tan viva la virgen y la cruz de no sé qué.
¿Nada Villafranca en la abundancia? ¿No? ¡Pues entonces!
Saben que no es baladí el asunto de la deuda, pues penaliza la capacidad municipal de invertir en infraestructuras necesarias para un futuro más o menos inmediato. A no ser que el ayuntamiento disponga de una lámpara de Aladino que frotándola, vete a saber cómo y con qué mano, consiga réditos por arte de birlibirloque. Aquí no hay más lámpara que los consabidos impuestos y demás artilugios inventados por las administraciones locales para conseguir derramas y derramones.
Ignoramos las medidas que está adoptando nuestro Ayuntamiento para revertir la situación. Porque ante la noticia del periódico mejor informado de la provincia la cosa es para tomársela en serio. Si lo afirmara otro periódico, aún. Podría pasar como una fake new. Pero si lo dice, Diario, ¡ojo, birojo!
Y el PSN, ¿qué dice? ¿Seguirá durmiendo el sueño de los justos y callará hasta la próxima legislatura? La deuda nos inspira mucha duda y para disiparla estaría más que bien movilizar a la ciudadanía. Primero, informándola con la transparencia que el PSN ha exigido siempre en esta materia. Segundo, haciendo que la ciudadanía tome conciencia del problema y actúe. ¿Cómo? Ustedes son los políticos. Cuando quieran, expongan la táctica a seguir. La estrategia es clara: no solo saber si Villafranca está endeudado hasta el garganchón, sino, sobre todo, tomar las medidas posibles para salir de esta, más que probable, parálisis económica que puede terminar con que este año no haya fiestas de santa Eufemia. ¡Menuda catástrofe!
Observador