Un camino contaminado
Vecino. Informacion.

Anoto en mi diario. Día 4 de octubre de 2024. Paseando por el camino de Barbal he tenido un desagradable encuentro. Me he dado de bruces con unas charcas de aguas fecales que vierten de la granja de caballos, que, como es sabido, tiene su entrada principal por el camino de El Palomar, primer cruce a la derecha. Los vertidos a los que me refiero se encuentran al otro lado de Barbal. Aviso. No invito a nadie a pasear por este paraje. De habitual, paisaje tranquilo y muy apacible, hoy es una auténtica y verdadera mierda. Para vomitar. El barrizal formado, tras las últimas llovidas, increíble y el olor que despide mortal y mortífero. Como siempre y con todo el respeto por los caballos, animal que admiro, pediría a las autoridades si no será posible azuzarles su sentido de la estética del paisaje para tomen nota de este permanente atentado ambiental tan desagradable, no de las luvias, sino de la mierda de los caballos. No parece que los responsables de este hecho tenga conciencia de dicha calamidad, por lo que pido que sean ustedes, las autoridades, las que, al menos, hagan lo posible legal para dejar en un buen lugar a tan hermosa especie caballar, impidiendo que sus picudas firmas sigan una y otra vez aflorando en medio del camino, impidiendo, incluso, el poder andar sin pringarse hasta el tobillo..”.
Un vecino.