VILLAFRANCA, MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE MUNICIPIOS NAVARROS DEL CAMINO DE LA VERA CRUZ A VUELTAS CON LA CRUZ A CUESTAS (y V)
Vecino. Informacion.

Instalar la dichosa Cruz en el atrio no fue resultado de una decisión tomada en un pleno, sino por el equipo de Gobierno. Y lo hizo de forma unilateral. Y su colocación en el Atrio se hizo sin avisar. Y aún no se ha visto la factura de tal operación. ¿Fue gratis?
La oposición socialista municipal presentó en su día un texto de protesta contra esta instalación, basándose en un texto de Patrimonio del Gobierno de Navarra y que decía así: “Plan Especial de Reforma Interior del Casco Antiguo (PERI) aprobado por el Departamento de Ordenación del Territorio y publicado en el BON del 3 de mayo de 2008. Dicho texto incluye un catálogo de edificios protegidos, en el que la iglesia de Santa Eufemia figura con un grado 1 (protección integral), y queda incluida en la delimitación del entorno de protección R1 Paseo Marqués de Vadillo. El artículo 2º de la normativa del catálogo, con objeto de proteger los edificios catalogados en grado 1º, determina que “se debe respetar la prevalencia del edificio catalogado en su entorno próximo”.
Pero la contestación de alcaldía fue que “esa Cruz no se mueve”.
Aunque uno no sea especialista en historia del arte, ve que la instalación de la Cruz de Caravaca en el atrio, no solamente es una chapuza, sino que no respeta “la prevalencia del edificio catalogado en su entorno próximo y afecta desfavorablemente a la visión del edificio protegido” (que es la fábrica de santa Eufemia).
La mayoría municipal actual considera que, por serlo, sus decisiones son necesariamente justas y democráticas. Pero no lo son en muchas ocasiones. No lo son en este caso. El Ayuntamiento actual con la colocación de esa Cruz hace trizas el respeto que debe a una población que no es católica y ni siquiera creyente. La mayoría municipal no contempla lo que pueda sentir y pensar la comunidad musulmana y el resto de confesiones religiosas que profesa la población migrante de Villafranca y la de aquellos que no tienen ninguna religión.
La Cruz invade un espacio público que debe ser aséptico y neutral con relación a las confesiones religiosas y no confesionales del ciudadano. La mayoría actual del Ayuntamiento con su actuación no es coherente con la democracia en este campo. Su triunfo electoral, que no se cuestiona, se traduce en la práctica en una autarquía, porque, en nombre de esa mayoría, algunas de sus decisiones atentan contra la libertad individual y los derechos constitucionales del ciudadano mondo y lirondo.
Tales decisiones serán legales, incluso democráticas, pero ¿imponer a toda una población un símbolo religioso en el espacio público en un Estado, que es Neutral o Aconfesional en materia religiosa, lo es? Según la constitución, no. No lo es.
Vecino Harto.