CONDUCTAS NADA EJEMPLARES
Vecino. Informacion.

Seguimos sin entender que el personal no entienda que la limpieza del pueblo, calles, plazas y caminos, depende ante todo y sobre todo de dicho personal. ¿De toda la ciudadanía? Sí. Pero nada se conseguirá si hay una parte de esta que se empeña en no formar parte de esa ciudadanía ejemplar. Muchos o pocos, lo cierto es que, por culpa de una ciudadanía que no cumple con sus deberes cívicos, hay lugares en el pueblo que dan grima acercarse a ellos.
Un ejemplo de ello son las imágenes que pueden contemplarse alrededor de los contenedores de basura. Ya resulta paradójico que, teniendo delante unos depósitos de basura delante de las narices, haya gente que tenga tan mala puntería y no acierte a depositar dentro de ellos los desperdicios que produce en su casa. Para asombro, hay gente tan generosa que no vacila en depositar fuera de los contenedores objetos de madera, de metal, de plástico y de cartón, incluso colchones y armarios. Da que pensar si algún día no dejarán plantados en el mismo sitio a su mascota, ya aborrecida, o a su X que ya no soporta. Se ha visto de todo, no aquí, pero sí en otros lugares, y ya se sabe que a todo hay quien gane.
Luego, están esos desperdicios nada voluminosos y que se dejan junto a los depósitos para que el cierzo se encargue de desparramarlos por los cuatro puntos cardinales como mensajes evidentes de nuestra zarrapastrosa educación.
“¿Solución?”, preguntas, amable lector. No la hay. Habría que reciclarse en materia de educación. Pero llevamos así toda la vida y, como al parecer, se trata de una tradición muy arraigada, quizás, a lo mejor, en lugar de señalar a esta ciudadanía impresentable, sería hacerles un homenaje por seguir manteniendo dicha tradición de mierda de la que tanto cuesta desprenderse.