Monumento a una vergüenza

Por gracia y obra de tres partidos políticos y sus correspondientes coaliciones y sus bases militantes, el Monumento a los Caídos seguirá en pie, sea resignificado o modificado, o como quieran llamarlo. Una triste gloria que siempre se recordará como fruto del acuerdo entre el PSN, Geroa Bai y EH-Bildu y que, como era de esperar, han aplaudido las derechas de este país, pues consideran el monumento como un emblema de su gesta contra la República, contra el comunismo, masones y la democracia.

Asusta que se hayan mostrado “satisfechos”, algunos incluso dicen que “sienten orgullosos”, por haber desbloqueado la situación en que se encontraba el debate sobre el citado monumento. Pasarán a la historia como los desbloqueadores, aunque nunca sepamos qué es lo que desbloquearon.

Porque decir que la situación embarazosa en torno al Monumento ha sido desbloqueada es, no sólo una tomadura de pelo, sino, mentira camuflada. Nunca hubo tal bloqueo. Y, si lo hubo, estaría bien en saber quién estaba bloqueando qué y cómo, porque las mismas fuerzas políticas de hoy eran las mismas que ostentaban las presidentes del Gobierno de Navarra como el Ayuntamiento de Pamplona. Son los mismos perros con los mismos collares. Y sólo han manifestado cachaza institucional,, manifiesta inutilidad, incompetencia y miras políticas interesadas. Han tenido en sus manos la capacidad de modificar leyes, órdenes, circulares y lo que hiciera falta para conformar un marco posible para la demolición del edificio tal y como se sugería en la Ley de Memoria Democrática que había que hacer con los monumentos de exaltación golpista, y no lo han hecho. Han sido mayorías políticas en ambas instituciones y no han desbloqueado ningún muro.

Y, bueno, aceptemos que su terquedad política ha sido desbloqueada. ¿Por qué ahora y hace unos años no? Y, ¿para qué? Para que el monumento siga de pie. No hay más tela que cortar. El Monumento seguirá tieso. Y si sigue recto seguirá significando lo que fue y seguirá siendo. Así que para semejante viaje no se necesitaban semejantes alforjas modificadores.

Tiene gracia que digan que el primer efecto de este desbloqueo consistirá en tapar su cúpula, que contiene la vergüenza del relato con las pinturas de Stolz. Y, segundo, reconvirtiendo algunos espacios del edificio para convertirlo en centro de interpretación de la memoria, al que pondrán el nombre -buscando con ello una catarsis improbable-, de Maravillas Lamberto, la niña violada y asesinada de Larraga en 1936 por golpistas.

Estos políticos parecen olvidar lo que dice el refrán: “la mona, aunque se vista en Armani y se perfumee el sobaco con Chanel nº 5, no dejará de ser la Chita”. Desengáñense esas formaciones políticas. El citado monumento, resignificado o modificado en algunas de sus partes, su todo seguirá siendo lo que fue, ha sido y seguirá siendo: un monumento de exaltación fascista que honra a quienes dieron un golpe de Estado. Lo sarcástico del caso es que reconozcan que el monumento honra a los muertos que participaron en ese golpe y a quienes los verdugos que los condujeron a dicha masacre.

Y, ahora, una pregunta recurrente: ¿creéis que los fascistas y franquistas que poblaron la tierra tras el golpe de Estado hubieran permitido en Pamplona la erección de un monumento de exaltación en honor de los hombres de la II República, Azaña, Negrín, Largo Caballero, Durruti, o, en el caso de Villafranca, un monolito a la memoria de los 42 asesinados de Villafranca? Para nada. Los fascistas eran unos asesinos, pero en modo alguno incoherentes con su ideología y jamás permitieron la erección de un monumento en memoria de los que defendieron la II República, ni lo permiten hoy mismo (y si no que se lo digan a los de VOX). En cambio, los partidos que se dicen demócratas no son asesinos, pero su coherencia ideológica es una mierda. Así que preguntamos, ¿cómo es posible que PSN, Geroa Bai y EH-Bildu, con supuesta mentalidad democrática, pueden mantener en pie un monumento que atenta contra los principios de la democracia y que aquellos dicen representar? Pues por una sencilla razón: no porque su democracia sea una falacia, que también es posible, sino por su falta de respeto a las víctimas que murieron defendiendo la II República.

Nieto de socialista asesinado