ANTE LA VISITA DEL REY A MAUTHAUSEN

Se ha difundido que los reyes Felipe VI y Leticia asistirán a los actos del 80 aniversario en homenaje a la liberación del Campo de Mauthausen.

Como es sabido, uno de los prisioneros que fue liberado en mayo de 1945 de dicho campo fue el villafranqués Carlos Alonso Burgui, hermano de Sixto, asesinado en 1936. Carlos regresó en su día a Villafranca y murió en nuestro pueblo, viviendo de las clases particulares de francés impartidas a chicos y chicas del pueblo.

Por supuesto que no sabemos qué es lo que diría caso de que tuviera noticia de la asistencia de la monarquía española a dicho campo de exterminio para homenajear el día en que fueron liberados de opresión nazi.

Lo que nosotros decimos es que esta monarquía española es el símbolo de la perduración del régimen franquista, ya que tanto Juan Carlos I como Felipe VI son herederos de Franco y su ascenso a la jefatura del estado no ha sido por vía democrática.

También decimos que el actual monarca no solo no ha condenado el franquismo, sino que no hace más que insistir en que hay que “olvidar las heridas del pasado”. Sobre todo las heridas que ha dejado sangrando en la piel de España los zarpazos de su padre.

Su presencia en Mauthausen es un insulto a los republicanos asesinados por el nazismo, que siguieron siendo rechazados y perseguidos tras la victoria de los aliados por el régimen de Franco.

El franquismo jamás condenó estos hechos probados y hacer acto de presencia en este homenaje lo único que demuestra es su hipocresía.

La sola presencia de la bandera rojigualda es un insulto a los muertos republicanos españoles y sus familiares.

No escupiremos sobre esta bandera, porque es un acto de mala educación y muy guarro, pero la verdad es que los republicanos no la defendieron jamás. Por tanto, sobra.

Salud y República