A VUELTAS CON EL AGUA (DE NUEVO)
Vecino. Informacion.

Hemos escrito anteriormente acerca de este asunto y no sabes, lector, lectora, cuánto nos gustaría poder dejarlo de lado de una vez por todas. El caso es que, esta vez por una avería, hemos vuelto a recurrir al pozo de la Veracruz para el suministro domiciliario, con el consabido riesgo para la salud por su alta concentración de nitratos (o nitritos, ¡qué más da!).
Ciertamente es posible que no se vuelva a producir otra avería, pero sí pueden darse las circunstancias que en otras ocasiones hemos padecido, como excesiva turbidez. Entonces, señora alcaldesa, señores concejales, ¿tiene Villafranca que resignarse a envenenarse poco a poco, o con prisa en ocasiones? ¿Está condenada a tener que rascarse el bolsillo para evitarlo? No supone poco dinero.
Vemos que pasa el tiempo y no se pone remedio. Ahora dicen que con el agua de Mairaga se resolverá el problema. ¿Seguro? ¿Goza Mairaga, como el Papa, de infalibilidad?
Como ya sabemos la respuesta, creemos un deber cívico exigir al Ayuntamiento que se ponga manos a la obra para sanear el pozo de la Veracruz, al que tendremos que volver a recurrir sin ningún género de duda.
Asimismo, emplazamos al Gobierno de Navarra a aplicarse en la tarea de sanear y recuperar acuíferos y de implementar medidas para combatir la contaminación de un bien imprescindible como el agua.
Ya vamos tarde. Nota buena. La “buena” noticia consiste en señalar que en esta última ocasión -más bien penúltima-, alcaldía ha reconocido que el agua de boca que ha llegado a nuestras casas estaba más que contaminada por los diabólicos nitritos. Les ha costado bajar la testuz, pero, finalmente, han reconocido la verdad. Quizás, ahora, que aceptan los hechos consumados, consideren este problema de suma gravedad y no tengan que actuar de súbito ante las denuncias de algunas personas que comiencen a sentir molestias gástricas debidas a esa dichosa agua nitratada. Y ojalá que sólo sean molestias…
UN DETALLE FINAL El Ayuntamiento está muy mal acostumbrado. Comunicar a la población que el agua de boca no es potable por el cauce de su INFO y pedir a quienes reciben su mensaje lo propaguen a los cuatro vientos es un abuso de autoridad. La gente no tiene obligación de instalar en sus móviles dicha Info. La gente tiene derecho a ser informada por canales democráticos y populares, por lo que el Ayuntamiento tiene la obligación de establecer un sistema de comunicación directo que llegue a toda la población sin verse en la necesidad de echar mano de las redes sociales o de cualquier artilugio tecnológico. No estamos pidiendo que se restablezca de nuevo la figura del pregonero de antaño, pero es evidente que el Ayuntamiento dispone de otros medios para hacer llegar a la Población de una manera transparente, rápida y eficaz la gravedad de estas situaciones de emergencia, que, mal resueltas, pueden dar ocasión a circunstancias nada saludables para el organismo de la ciudadanía.