¡QUE NO PARE LA FIESTA!
Vecino. Informacion.

Nuestra pizpireta alcaldesa ya nos ha anunciado con toda su ilusión y entusiasmo una nueva fiesta para 2026 que se unirá al ya extenso calendario festivo del que Villafranca disfruta (o padece, según los casos).
Pues sí, en 2026, se celebrará en nuestro pueblo la “Fiesta de la jota navarra”.
Además de dicho anuncio, en el último pleno, se travistió de Isabel Díaz Ayuso para, como ella, felicitarse por hacer de Villafranca un parque temático festivo. Al menos, no dijo eso de “Nos gustan las cañas. ¿Y qué? ”
En opinión de nuestra primer edil toda esa saturación de festejos, tradicionales o inventados, es muy bueno para Villafranca.
¿Seguro? No nos cabe duda de que podrá ser positivo para la hostelería local, pero no vemos un progreso palpable en otros ámbitos, comercio, empleo, mejoría en las arcas municipales y, por ende, en menudencias como mejoras en patrimonio, urbanismo, dotaciones, etc
Lo que sí vemos es desembolso municipal sin reversión económica apreciable.
Y, volviendo al anuncio que motiva esta reflexión, diremos que no nos oponemos al fomento y recuperación de un patrimonio en peligro de desaparición, como puede ser la jota. Lo que no nos tragamos es ese afán por llenar el calendario de fechas para el consumismo desaforado, para pedir al vecindario que se rasque el bolsillo.
Y, si de patrimonio en peligro hablamos, ¿por qué es tan tibio, cuando no contrario, nuestro ayuntamiento a la hora de proteger y fomentar otro tipo de patrimonio, como el euskera (la lengua de los navarros)? No nos sirve el argumento de que desapareció hace tiempo de nuestra zona. Es un tesoro patrimonial que necesita todo nuestro esfuerzo, también institucional.
A fin de cuentas, el camino de la Vera Cruz , la trashumancia (dos inventos) o las sevillanas como patrimonio nos los pretenden colar. Con un par.
Casimiro Noteví