LA SUCIEDAD DEL PUEBLO (I)

Villafranca está hecha una mierda

La suciedad del pueblo está llegando a unas cuotas insoportables. Mucho grafiti y pinturas grandiosas por algunas de sus paredes y silos, pero lo cierto es que la mierda se está apoderando de plazas, calles, rincones, caminos como si se tratara de una plaga invasiva.

Cuando estaba el PSN-PSOE rigiendo Alcaldía, la derecha de este pueblo, entonces UPN, se dedicó a publicar varios panfletos con fotografías mostrando el deterioro que presentaban algunos lugares del pueblo. Era la muestra fehaciente de que, según su opinión, los socialistas de Villafranca estaban llevando al pueblo a su ruina, y como muestra insobornable de ese delito reproducían esas fotografías como sinónimo de su maldad política. Pues la moraleja era que no podían ser buenos políticos, si no eran capaces de mantener limpias las calles del pueblo. Sinceramente. Esta gente no tiene vergüenza alguna. Ven la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio.

Basta pasearse por el pueblo para concluir que, en estos momentos, Villafranca ha llegado a su completa ruina en este asunto. La suciedad campa a sus anchas. No solamente son las típicas colillas de tabaco que desalmados ciudadanos arrojan donde les sale de los esfínteres, sino que hoy día se puede encontrar todo tipo de despojos y de mierda en cualquier rincón. Y ello sin contar con las mierdas de algunos perros que dejan colocadas estratégicamente en ciertos lugares como signo inequívoco de la cortedad mental de sus dueños.

Al paso que vamos se impone una llamada al Gobierno de Navarra para que establezca un cuerpo de inspectores de Higiene y Salubridad Públicas en los pueblos, independientemente de los municipios, porque está claro que estos, al menos el de Villafranca, es incapaz de entender qué es lo que significan tales palabras.

Entre la contaminación del agua de boca y la suciedad del pueblo, el actual Ayuntamiento lo único decente que podría hacer es reconocer que la situación los supera y que deberían a dirigir una escombrera.

Andarín