LA SUCIEDAD DEL PUEBLO (II)

Situación calle Navarra

Para quienes desconocen la ubicación exacta de esta calle con nombre tan sonoro les diré que se encuentra en las Casas Baratas. Y que, si la recuerda el paseante en este blog, es porque, sencillamente, la pobre da pena. Ignoro desde cuándo no se le ha dado un repaso de hormigón a su empedrado, pero a este paso se va a quedar en los huesos o, si lo prefieren, con toda su osamenta al desnudo. Entiende uno que el Ayuntamiento haya optado por dar a la ciudadanía lo que esta pide, al menos a un sector de ella, fiestas y comidas populares, músicas y canciones, pues, a fin de cuentas, sin estas alegrías la vida es oscura y gris, pero no se puede olvidar que el pueblo, en su exterior, es quien sostiene esas alegrías y verlo así, muchos de sus edificios tan contrahechos, tan sucias sus calles, tan desarregladas, tan poco habitables, siente que se le hiela el corazón, porque percibe que el Ayuntamiento no mira de igual manera un calle que a otra, que ese trato diferente y discriminatorio que hace a unos barrios de otros no es justo y que es muestra de una estrechez de mente y de un sectarismo grosero y nada humanista.

Es la misma descompensación en el trato que hace el Ayuntamiento a ese sector de la población que no ríe su política cortoplacista y la que se observa en el cuidado y limpieza que dedica a unos barrios, calles y caminos.

Conste que en esta ocasión hemos tomado como referente la Calle Navarra, pero es todo el complejo urbanístico de las Casas Baratas quien necesita una mirada atenta de quienes dirigen, no sólo nuestros destinos políticos, sino la habitabilidad del pueblo, que, desde luego, no se arregla con fiestas y celebraciones consumistas.

Paseante

Esto, ¿Qué es?

Haga el lector un esfuerzo visual. Mire bien la fotografía y pregúntese, dejando al margen sus prejuicios que tiene por costumbre cultivar, ¿qué es lo que considera que es lo que tiene delante? ¿Un jardín venido a menos? ¿Una rebelión incruenta de un tipo de flores desconocidas por estos lares? Luego, también, puede preguntarse las razones, o, sencillamente, la causa, por la que dicho plantío se ha convertido en lo que actualmente es: unas hierbas que no tienen ningún atractivo, ni por el color, ni por su olor. Y lo más adecuado: ¿quién ha permitido que este jardín de antaño, una maravilla para la vista y el olfato, se haya convertido en el despojo floral en que es actualmente?

Lo triste de este panorama es que como este hay unos cuantos en la misma zona. Pensados como espacios habilitados para jardines en miniaturas, hoy se han convertido, desgraciadamente, en matorrales.

Al Ayuntamiento actual le están creciendo los problemas de limpieza en todas y cada una de las iniciativas que toma o deja morir por inercia todo lo que en su día llevó a cabo la oposición.

A este paso, pronto llegará el día en el que arranquen los refranes de los pilotes instalados y repartidos por el pueblo… y los sustituyan por cruces de Aravaca en miniatura.

Luciérnaga

Una de pivotes.

El ayuntamiento debería plantearse seriamente la colocación de los pivotes plantados en la carretera vieja que conducen al Molino y a la IAN (no confundir con Inteligencia Artificial de Navarra). Al paso que vamos, las alborozadas hierbas terminarán devorándolos. De hecho, una gran porción de ellos están ya ocultos y ni siquiera se percibe el punto de pintura roja que los corona. Es más, el estrecho camino que queda entre estos pivotes y las hierbas abundantes que descienden desde las vías del tren se han hecho tan poderosas que dicho sendero se ha vuelto inservible y raro será el transeúnte que camine por él.

En definitiva. O limpian el camino de vez en cuando -¿no se entiende lo que significa de vez en cuando?-, o, lo dicho, pasen la guillotina y extermínenlos. Evitarán un trabajo a la Brigadilla de la limpieza y un punto negro menos en la humillante situación de limpieza por la que atraviesa la villa.

Incrédulo

Residencia de ancianos.

El entorno físico de la Residencia cada día que pasa es más feo. Se supone que el edificio no solo debería estar rodeado de un entorno agradable, silencioso y lejos del mundanal ruido, pero la verdad es que sucede todo lo contrario. Un edificio, que debería estar mimado en todos los sentidos positivos de la palabra, se encuentra en estos momentos invadido hasta por los tejados que coronan su construcción.

Como refleja la fotografía, los canales de su tejado aparecen cubiertos de yerbas superlativas dando un aspecto deplorable del mismo. Tanta desidia resulta ya escandalosa. Tienen toda la pinta de ser “marcuriates” o “malcuriates” y se asoman por el tejado de la Residencia como si fueran su emblema señorial.

Hasta los grafiteros se han escandalizado de la pintura vegetal del tejado residencial y han avisado al ilustre , que raudo y veloz ha movilizado a la Brigadilla quien sin piedad ha decapitado a los buenos malcuriates. En fin. Hasta que renazcan por sus esporas. Menudo plan. Tiene bemoles que tengan que venir de fuera para que el Ilustre haga caso a las denuncias que se hacen sobre la suciedad del pueblo.

Paseante