¿Pasotismo? ¿Dejadez? ¿Inutilidad?

Pues ya no sé qué pensar… con el seguimiento o mantenimiento de los pilares que sujetan las balconadas de acceso al frontón y parque infantil que hay junto a la Casa de Cultura “Julia Álvarez Resano”.

También podría hablarse de cuestión de prioridades municipales públicas, en las que ni puedo entrar ni salir, porque ahí mandan los presupuestos y donde hay capitán, no gobierna marinero. Así que, ¿ajo y agua? Pues algo así. Pero no me resisto a seguir denunciando el hecho.

Creo que va para un año, días más, días menos, cuando denuncié esta situación, poniendo sobre aviso acerca de que dichos pilares se estaban consumiendo por el deterioro ambiental, provocando la caída de cascotes y demás escombros de parecida naturaleza.

Pues bien, observo el panorama y concluyo que estamos igual o, mejor dicho, mucho peor. Y no entiendo ni comprendo esta indiferencia de la ingeniería y arquitectura municipal ante el espectáculo que constituye, además, un serio peligro.

Hay un principio fácil de observar con las cosas que nos rodean, tanto en la calle como en la vida. Cuando están mal y no se arreglan de inmediato su deterioro se enquista. Y ello acarrea consecuencias fáciles de detectar.

Al dejar que el mal se instale mes tras mes, al final, cuando se acomete el arreglo, este requiere más gasto, porque los precios de las cosas han subido y ese mal se ha hecho mayor y pide más inversión. Todo viene en cadena. Una cadena oxidada que se rompe por donde menos lo piensas.

Por ejemplo, en algo que el Ayuntamiento no parece haber reparado: el peligro añadido de unos trozos de hierro del forjado que ahora empieza a asomarse peligrosamente… Porque por debajo de ese oxidado hierro, que está a punto de desprenderse de su forja, transitan menores y cualquier día de estos sufren algún encuentro fortuito que les deja la cabeza hecha una herida que… mejor no seguir…

La pregunta es de Manual: “Señora alcaldesa, ¿Hasta cuándo van a seguir así instalados en semejante pachorra? Señora concejala de urbanismo, ¿está al tanto de lo que digo o vive en la inopia?”

Paseante