Incomprensible
Vecino. Informacion.

Seguimos sin comprender, aunque lo entendemos perfectamente, que el Ayuntamiento actual no se haya comprometido lo más mínimo con la familia de Santiago, ni se haya aprestado a condenar el caso flagrante de tortura que sufrió este.
Una declaración institucional por parte del Ayuntamiento, cuando tuvo conocimiento de la Resolución de la Comisión de Reconocimiento y Reparación de las víctimas, hubiese sido lo más pertinente desde el punto de vista ético y humano. En cambio, cuando en febrero de este año fue asesinado un Guardia Civil en Barbate por unos narcotraficantes, hasta convocó una manifestación silenciosa en la plaza como protesta por el asesinato de este funcionario público. Y a estas alturas no se sabe bien qué resulta más grave, si la tortura a un ciudadano por servidores del Estado o la muerte de uno de estos en su lucha contra el narcotráfico. Los dos actos son horribles, pero el primero se nos aparece más. Porque es evitable cien por cien.
No le pedimos al Ayuntamiento que manifieste su afinidad ideológica con la que tuviese Santiago, que la desconocemos, pero la condena de la tortura como instrumento utilizado por las fuerzas del Estado, pues dicha práctica no sólo denigra la ética del Estado, sino que la rebaja, no a la escala zoológica a los funcionarios que la utilizaron -los animales no son tan bestias-, pero sí a un nivel de bajeza moral de quienes se consideran “persona humana”. Es evidente que estos torturadores son personas con tricornios, pero no parece que debajo de estos se agite un átomo, no solo de humanidad, sino de no tener conciencia estar al servicio de un Estado de Derecho, y no de una Dictadura. O se está con la democracia, o no se está.
In memoriam.
Bodegón