¡Que se mueran los feos!

Vecino. Informacion.

¡Que se mueran los feos!

Yo no viví la época del grupo musical Los Sirex que cantaban aquella canción de “Que se mueran los feos, que no quede ninguno, ninguno de feo”. Era una letra aparentemente insulsa. Sin embargo, aquella época, año 1965, era tiempo de censura, de mucha censura, y por esa razón, mientras la escuchaba en un programa de radio me ha venido la inspiración y he pensado si con la frase que se mueran los feos, los Sirex no se referían a la fealdad física, sino a la fealdad ética y moral. Es decir, que lo que parecía ser una tontería de letra era una canción de protesta, y lo que querían decir de verdad era que se murieran de una vez los asesinos, los criminales, los violadores, los corruptos y, por supuesto, que se murieran los feos a título individual, como por ejemplo, Franco y sus ministros, todos ellos muy feos.

Una lista de feos que hoy en día se ha multiplicado exponencialmente. En el paquete de los feos morales podrían ir perfectamente Netanyahu, Trump, Putin, (y dejo abierta la lista al lector para que añada sus particular lista de feos, éticamente hablando, y que, con sus actuaciones, hacen que el mundo sea cada vez más feo, y que, bueno, si fuera por el mundo la cosa podría pasar, pero no si reparamos en que la peor de las fealdades es el asesinato de niños y de mujeres gazatíes.

Así que en recuerdo de Los Sirex estaría dabuten que la gente cantara una y otra vez “¡Que se muera el feo de Netanyahu!” y todos los feos que alaban su fealdad ética.

Siempre hubo feos de esta naturaleza, pero no parece que los hubiese habido como hoy. Y es que, cuando ética y estética no van de la mano, el cortocircuito que sufre la democracia es de arrebato, de muerte.

Cincel