SUBE Y BAJA

Es, como se sabe, el movimiento típico del ascensor que sustituyó a la paleolítica pasarela de toda la vida. La verdad es que fue un gran acierto, pero como fue una iniciativa de los socialistas, la derecha nunca lo reconoció. Pero, haya tranquilidad en el patio. No recordaremos qué dijeron entonces contra el equipo socialista municipal, porque no es cuestión de sacarles las vergüenzas y que bastaría con visitar las hemerotecas.

Hoy la pasarela es un paso obligado para muchísimos villafranqueses y visitantes para ir a las piscinas, al Supermercado, al DÍA, Casa de Cultura, zonas de ocio, bancos, ayuntamiento etc., y, a la inversa, panadería, supermercado BM, paseantes del parque y todas las personas que viven en las casas baratas, pero, también, en la city del pueblo…

Pero a lo que vamos Y a lo que vamos es asunto que se repite una y otra vez en estos últimos tiempos en los que la derecha sigue decidiendo donde se invierten los presupuestos de un modo parecido a lo que se llama despilfarro. Y así está el pueblo. Un himno glorioso a la mierda. Mírese por donde se mire, no hay en el pueblo una zona donde no campee a sus anchas la porquería que una población incívica y guarra tiene a bien tirar todo tipo de objeto de consumo que le pille. Si ya no se mean y defecan en las calles, faltará poco, aunque lo primero ya he visto yo a más de un andropáusico mental hacerlo en alguna esquina de la Villafranca monumental.

Lo que ahora toca es preguntar ¿por qué hay tanta suciedad en la cabina del ascensor de nuestra pasarela? ¿Desde cuándo no se le ha metido mano con agua y jabón de zotal? ¡¡Por favor, que es un servicio público de uso continuo y permanente! Al tiempo que vamos, el uso de la pasarela se privatizará y veremos entonces lo que es bueno. ¡Somos una sociedad contradictoria a más no poder! Y solo respetamos lo público si nos las dan por todas las partes!

La cabina por dentro da pena. Además de la constatación de que hay usuarios de la pasarela que son unos guarros e incívicos ciudadanos, el responsable de que esto no suceda es el Muy Ilustre Ayuntamiento, cada vez más Muy molón, pero nada ilustre. Y lo tiene todo a su favor, porque la cabina de la Pasarela, por dentro y por fuera, dispone de una cámara de vigilancia. En cualquier momento puede echar mano de sus imágenes para saber quién cumple o no con las ordenanzas de la limpieza e higiene municipales. Y obrar en consecuencia.

Y lo más gravoso. Parece como si cierto vecindario, mayormente joven, no supiera leer, porque en la misma cabina con letras bien gordas se puede leer la prohibición de introducir en la cabina bicicletas, sea para subirlas como para bajarlas. No quiero ser mal pensado, pero entiendo, que, quizás, dado que en Villafranca existe de hecho una situación de bilingüismo, sería conveniente colocar ese aviso prohibitivo en árabe y en ribero villafranqués.

Cantinflas