¡Cagüensós, me he quedado sin chuleta!

Vecino. Informacion.

¡Cagüensós, me he quedado sin chuleta!

Uno de los hechos programados con más interés de la ciudadanía, al que asistieron muchos más que al pregón de apertura de las Jornadas en la plaza, fue el consumo de chuletas asadas a la brasa y un vaso vino al módico precio de 1 euro. El reclamo, no sé si barroco, era una llamada a participar tanto a vecinos del municipio como visitantes. Y todos respondieron a la llamada. ¡Como no vamos a responder a consumir una buena chuleta recién hecha a las diez de la noche!

Pues en esas estábamos cuando muchas personas que estábamos esperando en fila nuestro turno nos avisaron que ya podíamos abandonarla, pues ya no quedaban más chuletas. La gente cogió un cabreo monumental, preguntándose qué es lo que había pasado y maldiciendo a quienes habían organizado este consumo. Una interpretación que se hizo viral consistió en decir que representantes de cuadrillas y piperos se llevaron muchas raciones, en cajas, sin que los organizadores se percataran del asunto.

Tampoco hubo cuidado alguno en que la gente guardara fila religiosamente y se hiciera con la deseada chuleta cuando le tocase. Hubo muchas protestas. Y con razón. Porque, para colmo, el cierzo soplaba frío e intenso, dejándonos el cuerpo hechos una alambre. Pero ya se ve que este asunto a la concejala de cultura no le ha llegado a sus orejas, pues en su valoración de las jornadas ni se ha referido a este percance, ni falta que le hace, ¿no? Es lo que tiene no ver más allá de las propias anteojeras.

Uno que aguantó en la fila