50 AÑOS DESPUÉS DE MUERTO, EL FRANQUISMO SIGUE VIVO

Han pasado ya 50 años desde aquel 20 de noviembre de 1975 en que aquel nefasto ministro franquista llamado Carlos Arias Navarro dijera en televisión ”Españoles, Franco ha muerto”.

El periodo más negro de la historia de España había terminado. Un periodo que empezó desde 1939, fecha en que un militar africanista, perjuro y rebelde contra la II República, se convirtió en Generalísimo y supremo Jefe de Estado.

Desde 1939 a 1975, convirtió en España en una Dictadura, en la cual, Franco y su camarilla militar dirigió el país con mano de hierro.

Reunió en su persona los tres poderes del Estado, ejecutivo, judicial y legislativo, por lo que su régimen jamás puede reclamar que fue un Estado de Derecho. Para ello contó el apoyo de la la jerarquía católica que legitimó la rebelión armada contra el gobierno legalmente establecido de la Segunda Republica, llamándola “Cruzada”. En Navarra, esa cruzada se llevó la friolera cifra de casi 3500 muertos, asesinados impunemente. De Villafranca fueron 42 personas las que asesinaron esos “santos cruzados” en un territorio donde jamás hubo frente de guerra.

Durante esas largas décadas, lo que sucedió en España fue que la prensa libre dejó de existir, lo mismo le sucedió a la libertad de cátedra, de reunión, de asociación, la libertad de opinión y de expresión. Solo hubo libertad para exaltar a los golpistas.

Los derechos de la mujer retrocedieron un siglo y se la redujo a la sumisión en el hogar y a su anulación en la vida publica. Los derechos de los homosexuales se conculcaron y se sometió a la humillación y a la persecución a las personas de sexualidad distinta a la estrecha e hipócrita moralidad del nacionalcatolicismo.

Las nacionalidades de lengua no castellana vieron prohibido expresarse en su propio idioma y las minorías étnicas sufrieron discriminación. Las camarillas franquistas expoliaron el país, se aprovecharon del trabajo esclavo de los vencidos -en Villafranca fueron 170 prisioneros los que fueron explotados por el municipio en 1938 - y sometieron a las clases populares a la miseria.

El exilio, las cunetas, el paredón y la cárcel fueron el destino de quienes se opusieron a dicha dictadura.

Pretendieron blanquear dicho régimen, pero fue un imposible. Se perpetuó a lo largo de los años, matando, expoliando y reprimiendo.

Nos hubiera gustado que el conocimiento de la verdad hubiera llegado a la sociedad de forma que ya no aparecieran los escandalosos intentos de reivindicación de Franco y de su dictadura.

También que no hubiera partidos que no condenaran el franquismo y que los principios de Verdad, Justicia y Reparación hubieran llegado a todas las víctimas. Pero no es así, muchos siguen en las cunetas, y muchos familiares han muerto sin saber el destino de sus seres queridos o de sus bebés robados.

Se hace imprescindible el apoyo institucional a la Memoria Democrática para que no se engañe más a la juventud por medio de la desinformación y los discursos de odio. Sin esto, seguirá́ en riesgo la democracia y el principio de No Repetición.

Lamentamos el triste papel que los partidos de derechas hacen asumiendo tesis antidemocráticas copiadas a la ultraderecha.

Hay que decirlo claramente. Los que se sienten herederos ideológicos del franquismo no son demócratas. Condenando la dictadura franquista defendemos los derechos humanos pasados y futuros. Trabajando por la Memoria Democrática preservamos la libertad y la Paz ciudadana.

Desgraciadamente, el Ayuntamiento de Villafranca tampoco ha hecho una declaración institucional en un día como hoy, condenando la dictadura, el franquismo y los crímenes cometidos, en especial, los 42 asesinados en 1936, además de recordar a los prisioneros en los campos de concentración de Gurs y de Mauthausen. ¡Fascismo nunca más!

Muela del juicio