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Con caracter retroactivo, la Gala del Deporte..

Con caracter retroactivo, la Gala del Deporte..

Vecino. Opinion.

Vecino

Suele decirse que los homenajes se celebran a mayor gloria de quien los organiza. Esto quedó meridianamente claro en la pomposamente llamada Gala del Deporte de Villafranca, donde nuestra primera dama acaparó el protagonismo, en su permanente campaña electoral, a costa de los y las teóricamente homenajeados y de su propio concejal de Deportes. No vamos a comentar nada sobre los méritos más o menos notables de las personas y entidades reconocidas, pero sí diremos que nos chirría bastante que tal evento se organizara precisamente el día del Orgullo LGTBI+. ¿Acaso no había otro día? ¿Se habría hecho lo mismo si hubiera coincidido con la procesión de la Virgen del Carmen, por decir algo? Poca sensibilidad por las causas sociales hemos visto en ese detalle. Pero lo que llama la atención y nos preocupa sobremanera son las palabras dirigidas a Jorge Aguirre, Jefe de Deportes del Gobierno de Navarra. La alcaldesa le agradeció su apoyo a las obras de remodelación del campo de fútbol del Palomar (¡tras haber alardeado siempre de haberlas realizado sin subvención alguna!) y le pidió que continúe la colaboración para la segunda fase de dicha remodelación. Y eso es precisamente el motivo de nuestra preocupación: en un pueblo, Villafranca, con una deuda viva muy importante, con carencias de todo tipo y cada vez más estancado ya se destinaron alrededor de 800.000€ para la primera fase de las obras del Palomar (mucho más de lo que el Alesves había demandado)… ¿y ahora nos hablan de una segunda fase? ¿Otra vez a costa de inversiones más necesarias? No vemos como ese proyecto puede beneficiar al club en su desempeño habitual. ¿Queremos un campo de fútbol de primera para un pueblo de regional? Se llama megalomanía. ¿O caza de votos?

Coletazos LGTBI

Coletazos LGTBI

Vecino. Opinion.

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Ha corrido el rumor de que la alcaldesa retiró la bandera de la LGTBI, presentando este hecho como un rasgo de su autoritarismo y, de pasada, de su poca o nada favorable actitud hacia el movimiento gay. La alcaldesa no retiró la bandera, pero sí es cierto que en una sesión del consejo escolar, tras un alegato diciendo que el Ayuntamiento está en contra de las agresiones sexuales como lo demuestran los carteles de la carretera -obviamente, las agresiones sexuales son una cosa y la LGTBI es otra, por lo que cabría decir que la alcaldesa confunde para defenderse churras con merinas-, preguntó por qué la bandera de la LGTBI seguía ondeando en la escuela si ya había pasado el día 17 de mayo, día de su celebración. Aclaró que ELLA en el Ayuntamiento LA pone para el día indicado y luego LA quita y que LA escuela, como edificio público, debía hacer lo mismo. Consultado el servicio jurídico del Departamento de Educación contestó que así debía ser. Y, por tanto, la bandera se quitó. Esto es lo que pasó. Comentario. Sorprende la rapidez de la alcaldesa en preguntar el porqué de la presencia de dicha bandera en un centro público escolar y reclamar su retirada. Hay, ciertamente, un talante contradictorio en el comportamiento de la primera autoridad del municipio. Si, por un lado, considera que un edificio público no debe ostentar una bandera en defensa de ninguna inclinación sexual de forma exclusiva y excluyente, aunque sí pueda hacerlo en un momento puntual para recordar los derechos de las personas a autodeterminarse sexualmente, está claro que no aplica el mismo criterio en otras situaciones, como es el caso de la CRUZ de CUERNAVA. Este símbolo no representa todas las opciones religiosas y no religiosas existentes en el pueblo, y, sin embargo, la alcaldesa no reclama su desaparición inmediata. La cruz está invadiendo un espacio público y contraviniendo la existencia de un Estado Aconfesional que marca la Constitución en su articulado. Pero al parecer a la alcaldesa, que es regidora principal de una institución del Estado, la Constitución le importa menos que nada. Hay algo incoherente, por llamarlo de un modo educado, en el comportamiento de la alcaldesa que chirría estrepitosamente. Y debería mirárselo. Una que no rumorea.

Villafranca, zona vulnerable a los nitratos

Villafranca, zona vulnerable a los nitratos

Vecino. Opinion.

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El día 2 de julio de este mes, un artículo titulado “Sin agua potable por contaminación”, refiriéndose a la situación en que se encontraba Navarra sobre este asunto, recordaba un lejano reportaje del 6 de octubre del año pasado, en el que plasmaba una serie de mediciones de la contaminación del agua por nitratos realizado por Greenpeace durante cinco días, en 63 puntos distintos, donde encontraron valores que van desde 6 mg/l hasta 260 mg/l, lo que calificaron de “muy preocupantes”. En Villafranca lo recordamos bien, porque por esas fechas de septiembre padecimos una invasión notable de esos nitratos que hacían imposible el consumo de agua potable en nuestras casas. Cabe recordar que por aquel entonces se reunieron integrantes de esa ONG con el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José María Aierdi, al que le comunicaron que “las zonas más contaminadas son las de Villafranca, que ya está declarada como vulnerable a la contaminación por nitratos, y Larraga, que “a pesar de los alarmantes niveles de nitratos encontrados, todavía no ha sido considerada como zona vulnerable”. Se le hicieron entre otras demandas establecer de inmediato una moratoria a la ganadería industrial de al menos cinco años y desarrollar un plan para la reducción paulatina de la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50% menos en 2030. Y no conceder autorizaciones para nuevos regadíos intensivos y reducir el uso de fertilizantes sintéticos; incrementar el control de la calidad del agua, creando nuevos puntos de control y haciendo analíticas periódicas en todos los municipios, independientemente de su tamaño; y declarar nuevas zonas vulnerables a nitratos y poner en marcha medidas efectivas para revertir la contaminación. La realidad sigue siendo la que es. El modelo de ganadería industrial y sus macrogranjas sigue creciendo incluso dentro de zonas vulnerables a nitratos, como el porcino que creció en un 73% entre 2012 y 2022. El reportaje, firmado por J. Rekondo, se preguntaba: “¿Vamos a seguir por esta senda tan temeraria?”. Lo miso preguntamos ahora: ¿Qué ha hecho el Ayuntamiento de Villafranca desde la última fechoría ambiental que nos hizo la contaminación del agua en septiembre del año pasado? ¿Creó nuevos puntos de control del nivel de nitratos? ¿Ha hecho analíticas periódicas en estos últimos meses? No se sabe ni una coma. Lo sabremos hasta que la nitratada en cuestión vuelva a darnos otro sobresalto. Entonces se dispararán las alarmas y el Ayuntamiento volverá a decirnos que todo está controlado, que se está trabajando en ello y que dentro de cinco años todo resuelto y, que por favor, “no molesten con estas bagatelas, que estamos en fiestas, coño”. Y así será, porque nos han instalado en la política del susto, esa maldita política de actuar cuando tenemos el agua al cuello, sólo que esta vez el agua estará dentro de nuestro organismo jodiéndonos lo que tienen por costumbre joder esos dichosos nitratos.

Manuel Azcona Garaicoechea

Manuel Azcona Garaicoechea

Vecino. Opinion.

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La noticia apareció en la prensa a principios de junio. Afirmaba que el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, había identificado los restos mortales del villafranqués Modesto Manuel Azcona, asesinado por los fascistas en 1936, en el cementerio de Bayas (Burgos).

Esperábamos vanamente que el Ayuntamiento diese muestra, no de vida inteligente, pero sí de cierto humanismo cristiano, sobre todo, si se tiene en cuenta que la derecha de este país ha optado por una Ley de Concordia, con el fin de que los españoles se reconcilien entre sí.

El Ayuntamiento, soy yo

El Ayuntamiento, soy yo

Vecino. Opinion.

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Hubo un rey francés, calificado como el Rey Sol, y a quien se le atribuye la frase, seguramente que apócrifa, que el Estado soy yo. En la historia, ha pasado por ser Luis XIV. Salvando las distancias, más que obvias, una no puede evitar la asociación entre este rey absolutista, más que autoritario, totalitario, con la alcaldesa de mi pueblo. Si se piensa como yo, aceptará que la alcaldesa podría decir “el Ayuntamiento, soy Yo”. No hay acontecimiento -presentación de la Asociaciones de Villafranca y Gala del Deporte, como últimas referencias-, donde ella no figure como maestra de ceremonias. No se entiende que, habiendo concejales con sus correspondientes ámbitos de responsabilidad y actuación, no figuren en esos actos de su incumbencia como maestros de ceremonia. Quizás, considere que de este modo justifica el sueldo que cobra. Y, si es así, pues, nada, a seguir figurando.

El día de la LGTBI

El día de la LGTBI

Vecino. Opinion.

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A nadie le ha sorprendido que el Ayuntamiento de Villafranca no haya movido siquiera una pestaña para celebrar públicamente el día del orgullo GAY. Tuvo, eso sí, el detalle de colocar la bandera representativa de dicho orgullo en el balcón municipal. Más allá de este esfuerzo mayúsculo, nada. Bueno, sí, subir a Facebook el discurso que corre por las redes sociales. Copiar, cortar y pegar. Pero más allá, ni una frase original del grupo municipal que rige el ayuntamiento. Podrá argüir que coincidió el día del orgullo gay con la Gala del Deporte. Allá sus maneras y modos de escaquearse de su compromiso por respetar y defender la pluralidad ciudadana en materia de orientación sexual, tan vilipendiada por la ultra derecha de este país. A nadie podrá engañar el Ayuntamiento, pues es evidente que la celebración de la Gala del Deporte se pudo celebrar otro día, por lo que cabría acusar al ayuntamiento de premeditación y alevosía a la hora de organizar la gala. ¡Joder, es que hasta en las cosas más elementales se le ve el plumero derechón que le anima! Para ciertos actos se mueve como anguila de agua; para otros, muestra un sectarismo digno de la más rancia derecha de este país.

Oído y escrito

Oído y escrito

Vecino. Opinion.

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“- ¿De dónde has dicho que eras?

  • De Villafranca.

  • ¿De ese pueblo que está todo el año en fiestas?

  • Bueno, eso de todo el año…

  • Es lo que se dice. Y la verdad es que yo tampoco lo entiendo muy bien…

  • ¿El qué?

  • ¿Tú lees los periódicos?

  • ¿Para qué? Sólo dicen mentiras.

  • Ya. Hace tiempo decían que Villafranca era el ayuntamiento con más deuda de Navarra.

  • ¿Y?

  • Pues que no sé cómo lo hace para estar todo el año en fiestas y tener una deuda hasta las cejas?

Patético San Juan

Patético San Juan

Vecino. Opinion.

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Las tradiciones nacen, crecen, se desarrollan, algunas mueren y otras permanecen. Pero, incluso, las que permanecen lo hacen de un modo que lo mejor sería que hubiesen desaparecido. Ahí están, por ejemplo, las hogueras de San Juan que, en efecto, tuvieron un esplendor glorioso en tiempos pasados. El pueblo entero se movilizaba para levantar hogueras de diez metros de altura. La infancia se lo pasaba bomba yendo por las casas pidiendo cosas para la hoguera. Hasta se hacían hogueras en los distintos barrios de Villafranca: la Plaza, el barrio Verde, el Portillo, las Casas Baratas. Hoy, su celebración resulta ridícula. Diez palés quemados. Si en el pasado lo que se quemaba era la representación del mal, ya se dirá qué tienen esos raquíticos trozos de pino ensartados de símbolos del diablo. Y, como en el año pasado, visto y no visto. Un fogonazo y una llamarada. Y se acabó lo que se daba. Estamos ante una celebración que tuvo una importancia excepcional en el pasado y hoy es una caricatura que da vergüenza ajena.

¿ALGO QUE DECIR?

¿ALGO QUE DECIR?

Vecino. Opinion.

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Hagamos memoria: en marzo de 2017, determinados medios de ultracentro, como “Navarra.com”, y UPN pusieron el grito en el cielo y crearon una falsa polémica a cuenta de una supuesta ofensa a Villafranca en el programa “Euskalduna naiz, eta zu?”, de ETB1. Dicho programa era una PARODIA de los tópicos que supuestamente imperan o imperaban en la población de Euskadi sobre diversos asuntos (lo que ahora solemos llamar " cuñadismo") y en él salió el nombre de Villafranca, no la nuestra específicamente, sino una cualquiera por decir un nombre frecuente entre las poblaciones españolas. Pues bien, en Villafranca UPN presentó una moción para condenarlo y exigir una rectificación a EITB. Por fortuna, se impuso el sentido común y la mayoría corporativa de entonces rechazó la moción. Hasta aquí el ejercicio de memoria. Pero hete aquí que quienes entonces eran oposición, ahora, bajo otra denominación, son mayoría. Y hete aquí también que en fechas muy recientes se ha producido un ataque falsario (uno más) contra nuestra comunidad foral por parte de la derecha extrema, personizada en la presidenta de la Comunidad Inventada de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y en esta ocasión no se trata, como en el caso de ETB1, de una parodia (más bien Ayuso se está convirtiendo ella misma en una parodia), sino de un ataque bien meditado, negando los derechos históricos de nuestra comunidad, tildándonos de insolidarios (no como Madrid, mon Dieu) y otras cuantas lindezas. Y ahora nos preguntamos, ¿va el Ayuntamiento de Villafranca a aprobar alguna moción o declaración institucional de protesta, o ahora, como es de la cuerda diestra de la mayoría municipal, no toca reaccionar? Esperamos una firme reacción.