Gestion Municipal

TRES OLVIDOS

TRES OLVIDOS

Vecino. Opinion.

Vecino

Al leer la Agenda Cultural del Ayuntamiento me he preguntado si los que ya somos parte de la Tercera o Cuarta Edad ya no tenemos, al parecer, nada que ver con la Cultura que organiza el ayuntamiento, ni con ningún tipo de cultura con minúsculas. También me he preguntado por qué esa Agenda Cultural del Ayuntamiento olvida en sus maravillosas actividades a los residentes de la Residencia. Ninguna de las actividades programadas por el municipio tienen como receptores a mis semejantes receptores. ¡Con lo que les gustan los cuentos bien contados! ¡Con la de cuentos que ellos nos podrían contar! Y, por último, me he preguntado por qué todas las actividades que se programan se realizan en el centro del pueblo. Ignoro qué tienen las Casas Baratas para que a nadie se le ocurra hacer un acto cultural en algunas de sus calles o rincones emblemáticos. Hablan del centralismo político, pero hay otros centralismos tan reprobables o más. El centralismo cultural es uno de ellos. Milano real

¿TODO ES CULTURA?.

¿TODO ES CULTURA?.

Vecino. Opinion.

Vecino

En la “Agenda cultural” elaborada por los masterchef del Ayuntamiento para este mes de abril de 2024 todo lo que en ella se nombra es cultura. Cultura es una degustación de espárragos y una cata de vinos. Lo es un concurso de “masterchef” como una sesión al aire libre de “showcooking”. Nuestras madres y abuelas, y algún que otro abuelo y paterfamilias habilidosos con los fogones, ignoraban que, cuando hacían una tortilla de patatas, estaban haciendo cultura. Ya no digamos si hacían unas migas o un ajoarriero. Ahora, una parte es todo. Es decir, todas las actividades programadas por dicha Agenda tienen la misma consideración cultural que una visita guiada al entorno barroco de Villafranca. Quizás haya sido elaborada por Inteligencia Artificial. El problema está en saber qué es cultura para el Apuntamiento. Se hubiera evitado este embrollo si su plan cultural lo hubiese titulado: “Actividades programada para llenar el ocio de Villafranca durante unos días y no desfallecer en el intento”. Y, bueno, quien creyera que eso es cultura, pues que eso. Que se lo crea. Alimoche dubitativo

CIUDADANO PASIVO Y CONSUMISTA.

CIUDADANO PASIVO Y CONSUMISTA.

Vecino. Opinion.

Vecino

Por las actividades programadas por el Ayuntamiento sí se puede deducir que si tiene una idea de cultura, esta es pasiva y nada participativa. También se desprende que el ayuntamiento tiene una imagen de la ciudadanía como si fuese una masa insípida e incolora -no como el agua de Villafranca, cada vez con más color y más sabor a mineral-, sino como un masa atomizada y consumista, uniforme y homogénea. No solo le da todo hecho, sino que es repetitiva y nada original. Se trata de consumir. No hay que aportar nada. Suma comodidad cultural. Solo utilizar el mando a distancia de oír, ver y callar. ¡Ah, sí! Y comer y beber y, en plan fino, catar y degustar. En fin, una cultura de usar y de tirar. De las que dejan un poso invisible. Grajo confuso

EL BARROCO ME VUELVE LOCO

EL BARROCO ME VUELVE LOCO

Vecino. Opinion.

Vecino

La devoción del Ayuntamiento por el barroco es una locura que rima con cultura. Y está bien que lo cuide, lo mime y lo pregone. Pero tanta obsesión por él ha terminado por convertirse en una limitación. Elegir Barroco significa marginar otras opciones. Si Villafranca no dispusiera de otras alternativas complementarias al barroco, me callaría. Pero no puedo sino preguntar: ¿No hay nada más que ofrecer desde el punto de vista arquitectónico y pictórico, que sólo sea el barroco y su riqueza ornamental? Villafranca dispone de un legado civil neoclásico impresionante. No solo están sus edificios, casas y palacios señoriales, sino los escudos de piedra que hay en muchas fachadas, testigos mudos de una historia social de Villafranca mucho más rica que la del mismo barroco. Y representan parte de nuestra identidad como pueblo. Ediles del Ayuntamiento, preocupados por la cultura: “No todo en Villafranca es barroco”. Gorrión rojo

EL CALLEJERO DE VILLAFRANCA

EL CALLEJERO DE VILLAFRANCA

Vecino. Opinion.

Vecino

Hay mucha gente que ignora quién fue el Marqués de Vadillo, Martínez de Arizala, Fernando Calahorra, Juan Vallés…Tampoco sabe el origen del nombre de la mayoría de las calles por las que pasa habitualmente, e, incluso, las del lugar de su vivienda. Por ejemplo, la calle León, ¿a qué hace referencia, a un león de la selva o a un personaje apellidado León? Y ¿cuál es el porqué del nombre de un Barrio llamado Verde y unas calles llamadas La Paja y Carnicerías? Y ya puestos, el porqué de La Cava, El Castillo o El Mesón. ¿A dónde quiero llegar? A una petición. En días señalados como estos, en los que la cultura es objeto de tanto agasajo musical y gastronómico por parte del Ayuntamiento, estaría muy bien que este, en un gesto de su amor por la cultura popular, regalara o vendiera al público un folleto donde se contara el origen de esos nombres de nuestro callejero. Unos nombres que son un reflejo de parte de la identidad histórica y cultural de Villafranca. Se convertiría en Mecenas de la Cultura, y no en tan solo Mecenas de la Verdura, que es lo que parece dar a entender que es. Cernícalo prudente

CON LA CRUZ A VUELTAS.

CON LA CRUZ A VUELTAS.

Vecino. Opinion.

Vecino

Pasa el tiempo y el Ayuntamiento de Villafranca (o, más bien, Siempre Villafranca, que es quien gobierna en exclusiva) continúa sin trasladar a otro enclave la Cruz de Caravaca que instaló en el paseo del Marqués de Vadillo. Sabe perfectamente que el tiempo hace que lo que un día fuera noticia y objeto de controversia vaya perdiendo eco y se sustituya por otro asunto, o por ninguno, y a eso se aplica En el último pleno municipal, a una interpelación de la oposición, responde que “ahora que se ha pintado, queda perfectamente integrada y hay gente que me dice que ahora le gusta mucho”. Por si acaso, se cubre las espadas añadiendo que hay otro posible emplazamiento en la trasera de casa Bobadilla, pero que es inviable actualmente por las obras en el inmueble. Pues bien, ¿perfectamente integrada?, ¿AHORA y no antes gusta mucho? ¿En otro lugar sí, pero no? Señora alcaldesa, perfectamente integrados quedan los componentes de una receta culinaria donde cada cual, renunciando a su protagonismo, aporta su toque al conjunto. No es así con la cruz, que impone su presencia a costa de lo importante, que es el edificio parroquial. En cuando a que a algunos ahora les gusta mucho (¿ahora sí tendremos en cuenta la opinión vecinal?), podrá ser, pero le aseguramos que sigue siendo legión el número de personas, de Villafranca y visitantes, muchos con formación histórica, artística y arquitectónica, que está en total desacuerdo con la instalación de la cruz en ese lugar. Y para ir terminando, no consideramos adecuado su posible traslado a la trasera de casa Bobadilla, por las mismas razones. Por otra parte, siendo casa Bobadilla sede y taller de prácticas de la actividad de la Fundación Laboral de la Construcción, su actual inviabilidad se hará endémica, por lo cual ponemos en tela de juicio la afirmación de que se esté considerando esa posibilidad. En resumen, seguimos levantando la voz por la retirada de la cruz y contra su instalación en cualquier lugar donde afecte al patrimonio arquitectónico de Villafranca. ¡No al terrorismo cultural!

¿CULTURA?

¿CULTURA?

Vecino. Opinion.

Vecino

Acaba de hacer público el Ayuntamiento un programa de actos para el mes de abril presentado como “Agenda Cultural”. Llama la atención el laxo concepto que la corporación tiene del concepto CULTURA, pues bajo su paraguas lo mismo cabe un concierto que una cata de verduras, un recorrido por el patrimonio que una ronda de bares. ¿En serio todo ello es verdaderamente “cultura”? Pero lo que más ha llamado la atención de este humilde juntaletras, y lo que motiva el presente comentario es la programación de una charla de Olga Izquierdo Monreal, víctima de ETA. Vaya por delante que empatizamos, por supuesto, con ella y su dolor, que es injusto y nunca debería haber sucedido, pero… … ¿tras casi 14 años de inactividad de la banda armada y más o menos 8 desde su disolución no resulta extemporánea? ¿Tendrá que ver con la campaña continua de acoso y derribo contra el gobierno central, el foral, las instituciones que no controlan la derecha extrema ni la extrema derecha? ANVITE se ha mos trado muy beligerante en esta labor. Naturalmente nos complace comprobar que nuestra corporación municipal muestra sensibilidad con las víctimas de injusticias, ¿pero por qué razón ha esperado hasta ahora? ¿Por qué nunca antes ha dado voz a las víctimas del franquismo o de sus coletazos durante la transición (Mikel Zabalza, Gladys del Estal o Germán Rodríguez por ejemplo)? ¿Cuándo ha mostrado empatía, por ejemplo, con los villafranqueses que fueron detenidos y sometidos a torturas en esos años tan “modélicos”? Algunos desgraciadamente ya han fallecido, pero todavía otros pueden  testimoniarlo. Recordemos que las víctimas de ETA han tenido su merecido reconocimiento, sus homenajes y recuerdo, incluso reparación económica en muchos casos. No ha sido así en las otras víctimas a las que nos hemos referido. ¿Programado sin segundas intenciones? Permítasenos dudarlo.

¡NO QUEREMOS GUERRAS! Somos gente de Paz.

¡NO QUEREMOS GUERRAS! Somos gente de Paz.

Vecino. Opinion.

Vecino

En pocas semanas nuestra querida Bardena, Parque Natural y Reserva mundial de la Biosfera, tendrá, como cada año, la visita de la vecindad, para demandar una vez más, que cesen los entrenamientos militares, que de verdad sea un lugar de disfrute y un sitio de Paz.

El polígono de tiro se inauguró el 9 de junio de 1951, en plena dictadura franquista. La llegada de la democracia cambió muchas cosas pero no las relacionadas con el Polígono de tiro, no se ha cuestionado su existencia por ninguno de los diferentes gobiernos que han tenido la oportunidad. Y aquí se siguen ensayando las guerras. La falta de transparencia y el oscurantismo ha sido la pauta general.

LA MIERDA DE LOS QUINTOS (I)

LA MIERDA DE LOS QUINTOS (I)

Vecino. Opinion.

Vecino

Hacer el imbécil Las tradiciones nacen, crecen y mueren. Hay tradiciones que, inexplicablemente, se asientan en la sociedad y duran más de lo que deberían, al decir de los que adivinan el futuro. Una de ellas es la que celebran los quintos de Villafranca desde hace cuarenta años, más o menos. Todos esperaban que la quintada siguiera por los fueros de la alegría limpia y clara, pero no que se celebrara del modo tan guarro como se viene celebrando Cualquier persona ajena a sus protagonistas y que ve el espectáculo desde fuera, diría que se trata de una celebración de descerebrados. Viéndolos en la calle cubriéndose de mierda hasta las orejas añadiría que es un gran espectáculo, sí, pero de estupidez. Pero convengan todos en que ni son descerebrados, ni estúpidos ni están faltos de inteligencia. Solo han decidido ser estúpidos por unos día. Eso ocurre con la mayor parte de gente. A ver. No somos inteligentes a tiempo completo. Durante el día, las veces que hacemos el oso panda con tirantes son unas cuantas. Lo que ocurre con estos quintos es que han decidido hacer el tontolaba, para que al resto de las personas no se nos olvide que, en cualquier momento, podemos hacer el ganso como ellos. Así que habría habría que agradecerles el gesto por recordarnos de dónde vienen tales detritus.. Hacer el imbécil está a la orden del día. El problema es no saber que estás haciéndolo y no enterarte. Los quintos saben perfectamente que en estado normal no serían capaces de echarse tan mierda pringosa por encima y reírse a mandíbula idiota por semejante gilipollez. Saben que su espectáculo es una auténtica caca como saben que la sociedad de Villafranca, acostumbrada a esta gansada, les permite hacer el imbécil durante varios días, porque así lo aprueba el reglamento municipal. Incluso esta sociedad, tan sensible ante la basura del pueblo, no se altera al ver cómo dejan las calles cuando esta cuadrilla hace una parada en la casa de un quint@ o kuntakinte, que dice mi vecino. Además, tienen como prurito el dejar el lugar donde paran hecho un asco, cuanto más asco mejor, porque eso será señal de lo estupendamente que se lo han pasado haciendo el imbécil.

LA MIERDA DE LOS QUINTOS (II)

LA MIERDA DE LOS QUINTOS (II)

Vecino. Opinion.

Vecino

Nos quejamos por quejarnos Muchos se quejan de que los jóvenes de Villafranca cuando celebran sus quintas convierten Villafranca en un basurero y que sus padres deberían pagar doble contribución por lo que ensucian sus hijos. Y nadie tendría que protestar por este nuevo impuesto, porque más tarde o más temprano todas las familias apoquinarán con este canon. Hoy, a mí; mañana, a ti. Mientras duran las quintas, yo he escuchado a alguna abuela decir que ni antiguamente cuando las calles del pueblo estaban sin pavimentar estaban tan sucias. Porque, ahora, por donde pasan los quintos, no se puede ni andar. ¿Qué decir? Que exageramos un montón. Que no es para tanto. Que no tenemos paciencia. Que nos hemos olvidado de las tonterías que hacíamos nosotros cuando éramos imbéciles, digo jóvenes y jovenas. ¡Son tan idénticos a nosotros! ¡Deberíamos sentirnos orgullos de que se parezcan tanto a sus progenitores cuando los vemos imitarnos! Lo que no se entiende es que las instituciones me refiero al Ayuntamiento, no les ponga una medalla todos los años y, sobre todo, haya sacado tajada turística local del evento de la quintada. Si los poderes turísticos de este país, han declarado de Interés Turístico Local la tomatina de Buñol, “esa divertidísima batalla de tomates”, y que para verla en directo hay que pagar entradas por 15 euros, lo mismo que la Batalla de Vino de Haro, declarada de Interés Turístico Nacional, ¿por qué no pedir a la autoridad competente esa misma titularidad para la Ketchupada de Villafranca? ¿Qué diferencia hay en empaparse la piel con la pulpa casi gelatinosa del tomate o atiborrarse los tuétanos con un vinazo de bodega local a hacerlo con el engrudo surgido de la mezcla del kétchup, harina y huevos del corral del vecino? Quizás, entonces, Villafranca, y ya no digamos su Ayuntamiento, se sentiría más que orgulloso de sus quintos, transformados en mierda ambulante durante varios días. ¿Hay algún lugar en Navarra donde se dé este espectáculo de mierda tan bien montado? Piénsenlo. Punto final. Antes de condenar y castigar, prevengamos el efecto caca de cada quintada. La mejor forma de hacerlo es obligar a los jóvenes a ser más creativos en sus propuestas de pasárselo bien y que no ofendan con quienes quieren compartir su alegría. ¡Vivan los quintos del año que viene!