
MIRARSE EL OMBLIGO
Vecino. Informacion.
Puede que Villafranca sea el pueblo mejor del mundo y del extranjero. No solamente lo será para quienes jamás han salido de su cascarón amable y familiar, sino, también, para aquellos que han viajado por el cosmos mundial. Y es que nada como el propio hogar, dulce hogar. Mirarse el ombligo de vez en cuando está bien. Al menos por higiene y por si uno no se ducha a menudo. Conviene cuidar y limpiar la pelusa acumulada en esa cicatriz redonda, recuerdo de nuestro cordón umbilical y, por tanto, de nuestra madre. Del mismo modo, conviene echar una mirada a nuestro entorno matriz local, no solo para recordar nuestro inmediato pasado, sino para ver su estado de consistencia y evitar las pelusas que hayan podido acumularse entre sus paredes, agrietándolas o desluciéndolas. Mirar despacio las viviendas de nuestro casco histórico, ese patrimonio que enorgullece a más de uno, aunque no conozca cómo se construyó ni para qué fin.